jueves, 25 de abril de 2013

Alta Cocina en La Flora, Burgos
















Chema Soler, del Restaurante La Gatro-Croquetería de Madrid, se convierte en finalista tras una reñida lucha con Antonio Arrabal, del Hotel Abba, que alcanzó el segundo puesto
Nervios a flor de piel. El estrés de una cocina de restaurante pero multiplicado por ocho. Éste era el número de los chefs seleccionados para la II Semifinal del Concurso Cocinero del Año que ayer se celebró en Burgos. El ganador «por poco», aseguró el presidente del jurado y de la Asociación de Cocineros de Burgos, Nacho Rojo, fue el valenciano Chema Soler Pastor del Restaurante La Gastro-Croquetería de Chema de Madrid. De 33 años estudió cocina en la Escuela CDT L’Alquería del Duc de Gandía iniciándose en el ámbito profesional en La Seu de Denia. Dió el salto a Madrid en el Laan Café. Posteriormente pasó por los restaurantes gastronómicos Quimad del Palacio de los Deportes de Madrid, Salterius de Majadahonda y actualmente es jefe de cocina y propietario del restaurante La Gastro-Croquetería de Chema en Madrid. El menú ganador arrancaba con un entrante de Suave Brandada de bacalao sobre sopa de tomate picante y Quisquillas; como plato principal una Lubina con mejillones de roca en queso crema y albahaca; y un postre diferente con espinacas, tomate, aguacate picante, pistacho, coco y eneldo. Cuando escuchó su nombre recogió el premio con un sonoro «sí merece la pena» que arrancó el aplauso de los asistentes.

«Ha estado todo muy reñido para los miembros del jurado ha sido muy difícil y del primero al segundo tan sólo hay unas décimas de diferencia, hemos tenido que mirar las puntuaciones para decidirnos» apuntó el cocinero burgalés integrante del quinteto de chefs cuyo veredicto se dio a conocer a media tarde de ayer en el Fórum Evolución.

Antonio Arrabal, del Hotel Abba, finalmente fue segundo, con un menú repleto de «cosas sencillas, elaboradas con técnica y buen producto», afirmó mientras terminaba un consomé en la cocina de la Escuela de Hostelería La Flora donde los fogones ardían a pleno rendimiento desde las 8 de la mañana. Su propuesta estaba compuesta por un gazpacho blanco con ajoblanco y un velo de agua de tomate. De segundo caballa, pescado de temporada, confitada a baja temperatura con lima y jengibre y consomé de anís y azafrán con berberechos y habitas. El postre, «muy burgalés» compuesto por manzana reineta, queso fresco, espéculos de naranja y sidra. Arrabal ya fue segundo hace cuatro años y se mostraba «contento y con ganas de hacerlo bien» en esta semifinal en la que entre las propuestas presentadas se elegían los ocho mejores de Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha. 

MARTA CASADO / Burgos (Correo de Burgos)

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